Discurso en rueda de prensa en las Naciones Unidas en Ginebra

Estimados amigos y amigas de los medios de comunicación:

Me siento muy feliz por poder presentarme hoy ante ustedes como nueva Secretaria General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Me siento feliz por estar aquí, no a título individual, sino porque la humanidad debe encarar uno de los retos más complejos a los que jamás se ha enfrentado. Como ya sabrán, estamos hablando del cambio climático.

Desde el fondo de mi corazón, deseo que afrontemos este reto juntos, como una familia global, unidos por una misma responsabilidad, una visión para el futuro de nuestros hijos y un propósito común.

En los próximos años, tendremos la oportunidad, el deber y la posibilidad de dar forma al discurso sobre la acción climática. En ese empeño, debemos capacitar a las naciones, fomentar la inclusión y crear vías sostenibles para lograr prosperidad para todas y todos.

No somos meros observadores, somos arquitectos de un futuro sostenible. La cooperación internacional nació en gran medida aquí, en Ginebra, y es un instrumento asombroso para afrontar los desafíos de nuestro tiempo, como ya hicieron nuestros antepasados y antepasadas antes que nosotros.

Para cambiar realmente las cosas, debemos redoblar nuestro apoyo a las regiones y los países, en especial los que enfrentan retos en materia de desarrollo. Si somos una familia, no se puede dejar atrás a ninguno de sus miembros. Con nuestro apoyo, las naciones deberían convertirse en actores clave en la formulación de las agendas climáticas a todos los niveles.

En el ámbito de la acción por el clima, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son las estrellas que guían nuestro camino. Nos encontramos en una encrucijada de desigualdades y cambio climático, y nuestras estrategias deben poner de manifiesto la urgencia en la que estamos inmersos. Nuestro compromiso con la reducción de las desigualdades y las brechas de desarrollo es inquebrantable. Daremos prioridad a las iniciativas regionales y sobre el terreno, y al hacerlo velaremos por que la innovación llegue a todos los Miembros, en particular a aquellos con un grado de desarrollo relativamente menor.

La adaptación al cambio climático no es una elección, sino una necesidad esencial. Debemos construir comunidades resilientes, especialmente en las regiones más vulnerables, para que puedan resistir a los desastres de índole climática y recuperarse de sus efectos. Los sistemas de alerta temprana serán el eje de las iniciativas de reducción de riesgos de desastre, y permitirán transformar las amenazas en oportunidades de desarrollo sostenible. Bajo mi dirección, reforzaremos los sistemas de alerta temprana, facilitaremos el acceso a los datos y pondremos al alcance de todo el mundo conocimientos científicos e información oportuna que salvará vidas.

Con la iniciativa global Alertas Tempranas para Todos se busca que el conjunto de los habitantes de la Tierra tenga acceso a información oportuna y fidedigna sobre riesgos meteorológicos y climáticos que salve vidas.

Sabemos que la adaptación debe ir de la mano de la mitigación, y por ello la Vigilancia Mundial de los Gases de Efecto Invernadero de la OMM quiere proporcionar una visión exhaustiva y exacta de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo. Comprender los impactos de la actividad humana es crucial para concebir soluciones innovadoras en todos los países y regiones, por ejemplo, para propiciar avances en el ámbito de las energías renovables.

En nuestra búsqueda de objetivos comunes, la cooperación internacional, los mecanismos financieros accesibles, la colaboración entre los ámbitos científico y docente, las asociaciones entre los sectores público y privado, las agendas interinstitucionales y otros procesos no son solo beneficiosos: también son fundamentales.

Forjaremos vínculos más sólidos con las organizaciones y los organismos de las Naciones Unidas, los organismos de desarrollo, los gobiernos, la sociedad civil, la comunidad científica, el sector privado y, por último, pero sin duda no menos importante, los medios de comunicación.

Señoras y señores, como saben, esta semana se celebra en Davos el Foro Económico Mundial, que acaba de publicar su informe sobre riesgos mundiales. ¿Y cuáles son los riesgos que actualmente plantean más amenazas para nuestro mundo? La propagación desenfrenada de desinformación y de informaciones erróneas, la creciente gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, y la recesión económica mundial.

Se trata de amenazas entrelazadas que tejen una compleja red de desafíos y exigen la adopción de medidas inmediatas y decisivas. La mayor parte de esas medidas nacen aquí, en Ginebra, entre bastidores, y se extienden por todo el mundo. Para abordar estos gigantescos retos, necesitamos que ustedes, los medios de comunicación, hagan llegar a la gente información científica fiable. Necesitamos que interpreten lo que se avecina. Necesitamos su lealtad y su profesionalidad para que la población pueda comprender mejor nuestro mundo y su funcionamiento.

Necesitamos que nos ayuden a combatir la desinformación y las noticias falsas.

Aguardo con sumo interés el inicio de este viaje junto con todos ustedes. No será un camino fácil, y para recorrerlo debemos ser fuertes y mostrar determinación, en beneficio de nuestra familia mundial y de las generaciones futuras.

Muchas gracias.