La cadena de valor meteorológica y las funciones de la OMM y sus Miembros
El objetivo último de las actividades coordinadas a través de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) es permitir que los ciudadanos y las economías de todos los Miembros de la OMM se beneficien de los servicios meteorológicos, climáticos y medioambientales relacionados. Esto se consigue a través de la cadena de valor meteorológica1 (véase la figura 1), que comienza con las observaciones, la fuente básica de conocimientos sobre la atmósfera y el sistema climático, y concluye con una toma de decisiones eficaz basada en los servicios que esas observaciones permiten prestar. La cadena de valor puede describirse esquemáticamente como sigue:
- Se realizan observaciones meteorológicas y climáticas de forma rutinaria en todo el mundo.
- Estas observaciones se intercambian a nivel internacional, y entre otros, a través de los centros mundiales de predicción numérica del tiempo (PNT).
- Se generan datos de salida, monitoreo y predicción del tiempo y el clima de la PNT a escala mundial y se comparten con todos los Miembros de la OMM (193 Estados y Territorios).
- Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales (SMHN) y otras entidades utilizan las salidas de la PNT mundial como base para la información meteorológica y climática.
- Se prestan servicios de información meteorológica y climática a los usuarios, entre otros, autoridades nacionales y locales, empresas, medios de comunicación, mundo académico y población en general.
- Autoridades, agentes de todos los sectores económicos y particulares toman las decisiones adecuadas en respuesta a la información meteorológica y climática.
Figura 1. Cadena de valor de los servicios meteorológicos y climáticos. Todos los eslabones de la cadena deben funcionar eficazmente para tener éxito. |
Los tres primeros eslabones de la cadena de valor (mostrados en rojo) constituyen la infraestructura meteorológica, que debe implementarse y coordinarse globalmente, como se explica en el primer artículo de este número. Los tres últimos eslabones (en azul) suelen aplicarse a nivel nacional y, en algunos casos, cuentan con importantes elementos regionales o parcialmente locales en países de gran tamaño. Las entidades gubernamentales suelen desempeñar un papel importante en todos los eslabones de la cadena.
Es una opinión generalizada que la función más importante de un gobierno nacional es proteger a su población. Por lo tanto, dentro del ámbito de actividad de la OMM, el objetivo de los gobiernos y de sus SMHN es maximizar los beneficios sociales de la información meteorológica, hidrológica y climatológica, en particular su uso para ayudar a salvar vidas, proteger bienes y fomentar la prosperidad económica.
Como ya se comentó en el primer artículo, la naturaleza global del tiempo y el clima hace que el intercambio internacional de datos sea un requisito previo esencial para cualquier intento de monitorear, comprender y predecir sus manifestaciones. Esto se sabe desde hace más de 200 años, por lo que la meteorología tiene una historia de colaboración internacional en el intercambio de observaciones y de otros tipos de información que se remonta a la invención del telégrafo en la primera mitad del siglo XIX.
La creación de la Organización Meteorológica Internacional (OMI) y, posteriormente, de la OMM se basó en este reconocimiento. En el preámbulo del Convenio de la OMM se reafirma este punto: “la misión de los Servicios Meteorológicos, Hidrometeorológicos e Hidrológicos Nacionales tiene una importancia vital para la observación y la comprensión del tiempo y del clima y para el suministro de servicios meteorológicos, hidrológicos y conexos en apoyo de las necesidades nacionales correspondientes, y que esa misión debería abarcar las siguientes esferas: a) la protección de la vida y los bienes, b) la protección del medio ambiente, c) la contribución al desarrollo sostenible […]”.
El Convenio de la OMM reconoce, por tanto, que para la mayoría de los desastres resultantes de fenómenos meteorológicos y de los fenómenos hidrológicos asociados, los impactos pueden mitigarse aumentando la capacidad de los Miembros para prepararse frente a tales eventos y responder a ellos, para lo que es necesaria la colaboración internacional.
Política de datos de la OMM e impulsores actuales del cambio
Una de las principales funciones de la OMM es facilitar y coordinar el intercambio internacional de datos necesario para apoyar la prestación de servicios. La función de su política de datos es articular los principios de este intercambio y las prácticas que apoyan su aplicación: ¿qué tipos de datos se intercambiarán?, ¿quién los intercambiará y con quién se intercambiarán?, ¿con qué fines y en qué condiciones?
Aunque la necesidad de intercambiar datos a nivel internacional es clara y casi universalmente entendida por los Miembros de la OMM, no es necesariamente fácil formular una política que sea a la vez útil y aceptable para todos ellos. En el marco del objetivo común de los gobiernos nacionales de proporcionar servicios meteorológicos y climáticos a sus ciudadanos, existe un amplio espectro de diferentes aplicaciones nacionales, con distintas asignaciones de responsabilidades a los diversos actores implicados. Por ejemplo, no existe un entendimiento común y universal del papel del sector público frente al privado. No hay un acuerdo universal sobre qué servicios deben prestar los organismos gubernamentales de forma gratuita frente al papel de los servicios de pago que pueden ser prestados por entidades privadas o por instituciones gubernamentales que actúan como entidades privadas. Una política de datos eficaz debe aportar la suficiente claridad para que los Miembros puedan generar productos y prestar servicios a sus usuarios. Al mismo tiempo, debe ser lo suficientemente amplia y no prescriptiva como para dar cabida a estas diferentes políticas nacionales y a las aplicaciones nacionales de la cadena de valor meteorológica.
A lo largo de los años, la política de datos de la OMM ha tenido que evolucionar para adaptarse a las nuevas necesidades, los nuevos ámbitos de aplicación, las nuevas tecnologías y las cambiantes realidades políticas y económicas. La política de datos sigue evolucionando en el siglo XXI, con una importante actualización que se someterá a deliberación en la reunión extraordinaria del Congreso Meteorológico Mundial de octubre de 2021. Diversos aspectos principales impulsan este nuevo desarrollo, y algunos de los más importantes se enumeran en los siguientes párrafos.
En primer lugar, el espectacular progreso y la exitosa aplicación del monitoreo y la predicción meteorológicos y climáticos descritos en el primer artículo han dado lugar a un crecimiento exponencial de la demanda de información sobre el tiempo, el clima y el sistema Tierra por parte de todos los sectores de la sociedad. Esto ha llevado a un mayor reconocimiento del valor económico de todos los tipos de datos del sistema Tierra, lo que a su vez ha dado lugar a un grupo cada vez más diverso de partes activas interesadas en la generación y uso de estos datos. Además, a pesar de que la sociedad cuenta con una capacidad tecnológica en constante progreso, se puede afirmar que la vulnerabilidad a las consecuencias adversas del tiempo está aumentando en muchas áreas, pues más personas que nunca antes en la historia viven en zonas de alto riesgo, como las zonas costeras de baja altitud y las llanuras inundables. Las megalópolis tienen su propia vulnerabilidad ante los fenómenos meteorológicos de alto impacto, relacionada con la importancia de mantener las infraestructuras críticas en funcionamiento en cualquier situación y con las dificultades asociadas a las posibles evacuaciones. Además, el cambio climático en curso ya está modificando la frecuencia de los fenómenos meteorológicos de alto impacto. Es necesario mejorar las capacidades de monitoreo y predicción no solo para gestionar el impacto de los fenómenos meteorológicos actuales, sino también para ayudar a la sociedad a entender las condiciones meteorológicas que cabe esperar en el futuro y adaptarse a ellas.Deuxièmement, la demande sans cesse croissante de données sur le système Terre et les progrès constants de la technologie, ayant trait aux observations, aux télécommunications et au traitement des données, se sont soldés par une augmentation considérable du volume de données disponibles sur le système terrestre. L’évolution des technologies de télédétection au sol et dans l’espace, ainsi que de la vitesse de traitement et de la taille de la mémoire des ordinateurs utilisés pour la modélisation météorologique, nécessite l’adoption de nouvelles méthodes de distribution et d’accès aux données. Les solutions plus anciennes, telles que le Système mondial de télécommunications (SMT), ne peuvent plus prendre en charge l’échange de données de manière adéquate et doivent être remplacées par les technologies de l’Internet et du «nuage». Le Système d’information de l’OMM (SIO) fournit les normes requises pour les formats de données et les métadonnées (voir l’article 4).
En segundo lugar, la demanda cada vez mayor de datos del sistema Tierra y el avance constante de la tecnología, que abarca las observaciones, las telecomunicaciones y el procesamiento de datos, han provocado un enorme aumento del volumen de datos disponibles sobre el citado sistema. Los progresos tecnológicos en materia de teledetección terrestre y espacial, así como en la velocidad de procesamiento y el tamaño de la memoria de las computadoras utilizadas para la modelización meteorológica, exigen la adopción de nuevos enfoques para la distribución y el acceso a los datos. Las soluciones más antiguas, como el Sistema Mundial de Telecomunicación (SMT), ya no pueden soportar adecuadamente el intercambio de datos y deben ser sustituidas por tecnologías basadas en Internet y en la nube. El Sistema de Información de la OMM (WIS) proporciona las normas necesarias para los formatos de datos y los metadatos (véase el artículo 4).
En tercer lugar, en los últimos años muchos países, sobre todo los desarrollados, han avanzado hacia la puesta a disposición general de todos los datos financiados con fondos públicos como “datos abiertos”. Los proveedores de datos, como los SMHN, se enfrentan a una creciente demanda de acceso abierto a los datos que generan. La Unión Europea encabezó este enfoque con su directiva relativa a los datos abiertos y la reutilización de la información del sector público (Directiva 2019/1024), que sus Estados Miembros están obligados a transponer a sus legislaciones nacionales. El fundamento socioeconómico de esta directiva se expone claramente en su preámbulo (párrafo 8): “Los documentos elaborados por los organismos del sector público de carácter ejecutivo, legislativo o judicial constituyen un conjunto amplio, diverso y valioso de recursos que pueden beneficiar a la sociedad. Ofrecer esta información, que incluye los datos dinámicos, en un formato electrónico de uso habitual permite que los ciudadanos y las personas jurídicas hallen nuevas formas de utilizarla y creen productos y servicios nuevos e innovadores […]”.
En cuarto lugar, se ha producido una expansión constante de las prácticas de observación y modelización meteorológicas hacia ámbitos de aplicación íntimamente relacionados, como el monitoreo medioambiental, y se trata de ampliar el plazo de predicción de los diversos fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos y de incrementar la exactitud de los pronósticos. Ello evidencia la necesidad de aplicar un enfoque integrado del sistema Tierra que, para tener éxito, debe abarcar el diseño de las redes de observación, la realización y el intercambio de observaciones, la modelización integrada del sistema Tierra y el posterior intercambio de los datos de modelos resultantes.
Tras un análisis exhaustivo de estos factores y de sus implicaciones, la OMM ha decidido que la mejor manera de responder y de ayudar al mundo de la meteorología a seguir avanzando es adoptar una única declaración política global que establezca de forma clara e inequívoca el alcance del intercambio de datos necesario para el siglo XXI.
Contexto social y evolución exterior. Como ya se ha comentado, en los últimos años un grupo diverso de partes interesadas se ha unido a los SMHN como participantes activos o potenciales en el intercambio de datos. Entre ellos se encuentran organismos gubernamentales ajenos a los SMHN, organizaciones sin ánimo de lucro y algunas entidades del sector privado y del mundo académico. Esta diversidad es muy deseable y, si se gestiona adecuadamente, ayudará a conseguir que el intercambio de datos sea todo lo amplio que se necesita para poder aplicar el enfoque del sistema Tierra que se acaba de describir. Para aprovechar el valor derivado de una participación tan amplia y variada, la política de datos de la OMM debe ser capaz de dar cabida a esta diversidad en su formulación y aplicación.
En reconocimiento de estas oportunidades, el Decimoctavo Congreso Meteorológico Mundial aprobó la Declaración de Ginebra de 2019 – Construir una comunidad de acción en el ámbito del tiempo, el clima y el agua, y acordó convocar una plataforma de diálogo consultiva abierta de alto nivel sobre la asociación y la innovación para la próxima generación de conocimientos meteorológicos y climáticos.
La nueva Política Unificada de Datos de la OMM se ha elaborado con el telón de fondo de la Declaración de Ginebra. En su redacción han participado activamente representantes de los sectores público, privado y académico. La política tiene como objetivo ofrecer oportunidades en las que todos salgan ganando, facilitando una amplia participación en el intercambio gratuito y sin restricciones de datos meteorológicos y relativos al sistema Tierra. A través de un lenguaje específico sobre la práctica de la política y el uso de definiciones precisas, proporciona claridad a todas las partes en cuanto a las expectativas puestas en ellas y los beneficios que se pueden obtener. Un elemento fundamental de los exámenes periódicos de la política y la práctica seguirá siendo la consulta general que incluya a todos los participantes en el intercambio de datos, con la intención de garantizar que la política se mantenga actualizada y responda a la evolución del contexto.
Las principales iniciativas estratégicas adoptadas en todo el mundo, tanto en el ámbito privado como en el gubernamental, ya muestran algunas de las tendencias mencionadas anteriormente. El hilo conductor es la participación de consorcios de múltiples actores en los que todas las partes se benefician de importantes inversiones en infraestructuras de colaboración. A continuación, se destacan algunos ejemplos de este tipo de iniciativas que han contribuido al desarrollo de la nueva política de datos de la OMM o que se beneficiarán de su aplicación por parte de los Miembros de la Organización.
Copernicus. A través de su programa Copernicus, la Comisión Europea, en nombre de sus Estados Miembros, está invirtiendo en la consolidación de plataformas de integración de datos y modelización para optimizar y maximizar el uso de las capacidades existentes y desarrollar su masa crítica de conocimientos. La misión del programa Copernicus es aprovechar las observaciones de la Tierra y las predicciones numéricas para generar información de valor añadido que abarque todos los componentes del medioambiente en beneficio de las instancias encargadas de la formulación de políticas, los investigadores, los usuarios comerciales y privados, así como de la comunidad científica mundial. Copernicus abarca seis áreas de servicio principales, una de las cuales se centra en el cambio climático y sus impactos acumulativos (véase el artículo 5). El programa se lleva a cabo en colaboración con los Estados Miembros de la Unión Europea, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT), el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF) y otros organismos de la Unión Europea, así como Mercator Océan.
Microsoft Earth. En diciembre de 2017, Microsoft anunció una inversión de 50 millones de dólares de los Estados Unidos en su programa AI for Earth (Inteligencia artificial para la Tierra) con el fin de desarrollar tecnología de inteligencia artificial para comprender y abordar mejor los problemas medioambientales a los que se enfrenta el planeta. Tal y como la citada empresa lo expresó, fundamentalmente, la inteligencia artificial (IA) puede acelerar nuestra capacidad de observar los sistemas ambientales y cómo están cambiando a escala mundial, convertir los datos en información útil y aplicar esa información para tomar medidas concretas a fin de gestionar mejor nuestros recursos naturales. EI programa AI for Earth pretende ofrecer un mejor acceso a las herramientas informáticas y de IA. Reduce las barreras de entrada para las organizaciones más pequeñas que no pueden permitirse la inversión en infraestructura de tecnologías de la información y crea una comunidad de colaboradores que hará avanzar las soluciones de IA que sean innovadoras y escalables.
Al mismo tiempo, Microsoft y otros proveedores de servicios en la nube están conectando las bases de datos gubernamentales a su propia infraestructura en la nube para aumentar la oferta de datos que ponen a disposición de sus clientes.
IBM Environmental Intelligence Suite: Geospatial Analytics. IBM Environmental Intelligence Suite: Geospatial Analytics es una plataforma diseñada específicamente para servicios de consulta y análisis de datos geoespaciales-temporales masivos (mapas, satélites, condiciones meteorológicas, drones, Internet de las cosas), a partir de una base de datos con información geoespacial-temporal continuamente actualizada que incluye información meteorológica y climática por satélite. Realiza diversas transformaciones para facilitar el uso de los conjuntos de datos históricos y en tiempo real, y luego permite la rápida localización de los datos pertinentes. Al mismo tiempo, Geospatial Analytics es una plataforma informática para ejecutar modelos físicos y estadísticos en los conjuntos de datos conservados. Su objetivo es apoyar el desarrollo de aplicaciones que incluyan IA y otros tipos de análisis de datos.
Política Unificada de la OMM para el Intercambio Internacional de Datos del Sistema Tierra e impacto esperado. En comparación con las tres resoluciones existentes en materia de política de datos de la OMM a las que pretende sustituir, la nueva Política Unificada de Datos de la OMM proporcionará un enfoque del intercambio de datos más completo, más flexible y más fácil de aplicar.
La actual política de datos de la OMM (septiembre de 2021) se recoge en tres resoluciones distintas del Congreso, cada una de las cuales abarca un ámbito específico: Resolución 40 (Cg-XII, tiempo), Resolución 25 (Cg-XIII, agua) y Resolución 60 (Cg-17, clima). En cambio, la resolución sobre la Política Unificada de Datos de la OMM abarca siete disciplinas y ámbitos —que en conjunto comprenden todos los datos del sistema Tierra de la OMM— en una sola resolución política. Además, la nueva política pasa de abordar únicamente el intercambio entre los SMHN a abarcar a los Miembros en su conjunto y, por tanto, a todas las entidades que participan en el intercambio, incluidos el sector privado y el mundo académico.
Al igual que la Resolución 402, la nueva resolución distingue entre “datos fundamentales”, cuyo intercambio se considera obligatorio, y “datos recomendados”, cuyo intercambio se recomienda encarecidamente. Sin embargo, a diferencia de la Resolución 40, la nueva resolución adopta un enfoque modular para la especificación de lo que, exactamente, se incluirá en estas dos categorías. Los detalles específicos sobre lo que se consideran “datos fundamentales” y “datos recomendados” se proporcionan —o se proporcionarán en algunos casos— en el Reglamento Técnico de la OMM. Por lo tanto, a medida que la situación evolucione, los cambios se podrán acomodar a través de enmiendas en las publicaciones en las que se articula el Reglamento Técnico, en lugar de requerir una actualización de la propia resolución normativa. Esto hace que la aplicación sea mucho más fácil de mantener y actualizar que como se venía haciendo hasta ahora.
En cuanto a su impacto previsto, la actualización de la política de datos propuesta estimulará y reforzará el intercambio internacional de observaciones de todas las partes del mundo. El incremento del número de observaciones que se comparten internacionalmente para su uso en los modelos de PNT mundiales y regionales contribuirá a aumentar significativamente la calidad de los resultados. Esta mejora se notará en todo el mundo, pero será especialmente importante en las zonas donde la cobertura actual de datos de observación es escasa, como ocurre en muchos países en desarrollo. Como contrapartida, la política de datos contribuirá a proporcionar a todos los Miembros un acceso gratuito y sin restricciones a una gama mucho más amplia de productos de datos de los modelos del sistema Tierra, lo que les ayudará a mejorar y ampliar la gama de servicios prestados a sus usuarios.
El acceso a datos adicionales, más allá del ámbito tradicional de las observaciones meteorológicas, será fundamental para seguir desarrollando y aplicando los sistemas de sustituyen al término de la Resolución 40 “datos adicionales”. modelización acoplados que se utilizan en el enfoque integrado del sistema Tierra. En las próximas décadas, estos sistemas, que abarcan escalas de tiempo que van desde la predicción meteorológica a corto plazo hasta la predicción y proyección climática a largo plazo, tendrán que resolver características a resoluciones cada vez más altas e incorporar rasgos pormenorizados de la superficie terrestre que capten el nivel de detalle de emplazamientos específicos requerido por los usuarios. Es probable que el sistema Tierra, tal y como lo definen las actividades de la OMM, se amplíe más allá de su alcance actual. Así, es posible que se vea la llegada de sistemas biogeoquímicos acoplados en apoyo de la producción primaria, la predicción de floraciones, el consumo de carbono, la gestión de la pesca, etc. En los siguientes párrafos se enumeran ejemplos de áreas de aplicación recientes o emergentes que se basan en varios niveles de enfoques integrados del sistema Tierra. Se trata de áreas que se beneficiarán de la Política Unificada de Datos y que influirán aún más en su evolución futura mediante exámenes periódicos.
Sector marítimo: sistema de seguridad para la navegación marítima de última generación. Varios países están trabajando para poner en manos de los marinos una mejor información sobre la navegación. Estos países se han comprometido a desarrollar una operativa sólida utilizando salidas de modelos oceánicos dinámicos para proporcionar soluciones de navegación electrónica e hidrográficas planificadas para los marinos y navegantes. Estas iniciativas nacionales conjuntas entre los servicios meteorológicos, oceanográficos e hidrográficos tienen como objetivo ofrecer soluciones operativas a través de capacidades de modelización sin discontinuidad. Este enfoque permitirá un funcionamiento seguro y eficiente de los sectores de la navegación comercial y el transporte marítimo, promoviendo un enfoque ecosistémico de la gestión de las actividades humanas.
Seguridad y emergencias. En el ámbito de la caracterización de eventos nucleares, es necesario mejorar el intercambio de datos en tiempo real, la capacidad de cálculo, el aprendizaje automático y la inteligencia artificial relacionados con el análisis de conjuntos de datos meteorológicos, así como de otros tipos de datos. Esto requerirá nuevos aumentos de exactitud de la predicción meteorológica y la modelización del transporte atmosférico, así como mejoras en la caracterización de las incertidumbres asociadas. También es necesario seguir trabajando para desarrollar e integrar la modelización de la química atmosférica en la del transporte atmosférico. Estas actualizaciones mejorarán la capacidad mundial para identificar los eventos nucleares, la reconstrucción del término fuente y la modelización predictiva de las consecuencias para la salud de las emisiones radiológicas u otras de carácter antropógeno.
Cambio climático: aportación de innovaciones científicas para abordar las implicaciones para la salud de la contaminación atmosférica y el cambio climático. La investigación ha puesto de relieve que se pueden incorporar múltiples fuentes de datos a los modelos de calidad del aire para incrementar su detalle y exactitud. El enorme aumento de la captura de datos y de los métodos analíticos puede ampliar la gama de entradas de los modelos. Al mismo tiempo, el aprendizaje profundo y otras metodologías tienen el potencial de aumentar la comprensión de las relaciones subyacentes y de mejorar la capacidad de predicción, tanto para los pronósticos diarios como para las predicciones a largo plazo. La ampliación de la capacidad de modelización se utilizará para reforzar la ciencia que sustenta la toma de decisiones en materia de reglamentación y para hacer un seguimiento de los beneficios para la salud de los instrumentos de mercado, como la fijación de precios del carbono. Se desarrollarán herramientas para ayudar a los funcionarios locales de salud pública a anticiparse y abordar los retos medioambientales.
Evolución del suelo y los recursos: apoyar el desarrollo sostenible del suelo y los recursos con datos listos para el análisis. Los mercados dependen del desarrollo sostenible del suelo y los recursos. Existe una necesidad continua de controlar y evaluar los cambios dinámicos en el paisaje terrestre local, regional y mundial. El enfoque ecosistémico de la gestión medioambiental se centra en el mantenimiento de la capacidad de todo el sistema para producir bienes y servicios ecológicos. Esto comienza con el seguimiento y la gestión de, por ejemplo, los recursos hídricos, la calidad del aire y del agua y los recursos genéticos, que mantienen la economía, la seguridad, la salud y el bienestar mundiales. Se necesita una sólida base de infraestructura informática y de datos para adoptar un enfoque ecosistémico que permita avanzar en la evaluación del estado y las tendencias del paisaje cambiante de la Tierra. Esta capacidad emergente facilitará el análisis de los impactos acumulativos que proporcionará servicios específicos, así como el conocimiento para elaborar regulaciones y políticas medioambientales.
Figura 2. Cambios previstos en la humedad del suelo en verano. Los cambios se presentan como el cambio medio multimodelo entre los períodos 1961-1990 y 2021-2050 utilizando 12 modelos climáticos regionales; el color rojo indica condiciones más secas y el azul más húmedas (Fuente: Agencia Europea de Medio Ambiente (CC BY 2,5 DK)).
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Agricultura: información oportuna sobre el tiempo y el clima para monitorear la sequía y gestionar el riesgo agroclimático. Algunos países han puesto en marcha programas de monitoreo de la sequía que utilizan diversas observaciones de la Tierra y otros datos para proporcionar de forma oportuna información y mapas sobre parámetros meteorológicos y climáticos especialmente pertinentes para sus sectores agrícolas nacionales. Los recursos y la agricultura ecológica requieren diversos servicios meteorológicos e hidrometeorológicos en función del cultivo específico, su fase de crecimiento o el tipo y estado actual del suelo. Las labores de labranza, irrigación, siembra, recolección de la cosecha o aplicación eficiente de fertilizantes y pesticidas, habida cuenta de las limitaciones que conlleva la protección de las aguas subterráneas, dependen en gran medida de la meteorología. Los mapas de humedad del suelo son un ejemplo de producto creado con datos geofísicos. Este tipo de productos permite a los agricultores ver dónde las condiciones son más húmedas o más secas de lo normal, lo que propicia la resiliencia frente a un clima cambiante.
Salud: ciencias de observación de la Tierra y enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes. Las enfermedades infecciosas surgen y reaparecen fruto de la influencia de factores clave como el medioambiente, el clima, la demografía y los cambios socioeconómicos y de comportamiento humano. Esto supone un reto para la salud pública a nivel local y mundial. Si se amplía el intercambio de observaciones medioambientales y se comprende cómo afectan estos factores a la aparición de enfermedades, los expertos podrán predecir cuándo, cómo y dónde surgirán estas, además de identificar las poblaciones de riesgo y las más vulnerables. Cabe esperar que el cambio climático agrave los riesgos asociados a enfermedades transmitidas por vectores al permitir la propagación de huéspedes animales, patógenos, vectores y enfermedades de este tipo, así como el establecimiento de vectores exóticos y las enfermedades que transmiten (dengue, zika, chikunguña, fiebre amarilla) más allá de sus dominios históricos. También se prevé que el cambio climático aumente la reaparición —es decir, los brotes— de enfermedades transmitidas por vectores ya endémicas en países o en regiones subcontinentales.
Las continuas mejoras en los servicios de monitoreo y predicción del tiempo, el clima y el sistema Tierra asociado que el mundo ha presenciado en los últimos 70 años están vinculadas a un mayor conocimiento científico, a unas mejores tecnologías y al intercambio en tiempo real de fuentes de observación más variadas. Vivimos en una época de tecnologías cada vez más sofisticadas, y el ritmo de la innovación se está acelerando. Hay una avalancha de observaciones de la Tierra. Los medios de comunicación de masas están proporcionando acceso a información contextual y a mecanismos de difusión sin precedentes. Las plataformas informáticas de alto rendimiento permiten abordar problemas que antes eran irresolubles.
Es solo cuestión de tiempo hasta que la fusión de los datos meteorológicos, hidrológicos y climáticos, las tecnologías de macrodatos y las aplicaciones empresariales se conviertan en la corriente principal. Esto cambiará la forma en que las personas y las empresas perciben los datos relacionados con el tiempo y el agua, y experimentarán sus efectos multiplicadores para mejorar la vida y las decisiones empresariales relacionadas con las condiciones meteorológicas. Es probable que estos avances lleven a muchos Miembros de la OMM a reevaluar sus políticas de datos y sus estrategias de asociación a nivel nacional, y tendrán un profundo impacto en la comunidad meteorológica mundial. La nueva Política Unificada de Datos de la OMM tiene por objeto ayudar a los Miembros a adaptarse a estos cambios y a seguir prestando a sus usuarios los mejores servicios posibles en todas las disciplinas y ámbitos de la OMM, también en el futuro.
Notas al pie
[1] La cadena de valor de la meteorología abarca el tiempo, el clima, la composición atmosférica y varias disciplinas relacionadas, que dependen del intercambio mundial de datos.
[2]El término “datos fundamentales” sustituye a los “datos esenciales” utilizados en la Resolución 40, y del mismo modo los “datos recomendados”
por Gerhard Adrian, Presidente de la OMM; Michel Jean, presidente de la Comisión de Observaciones, Infraestructura y Sistemas de Información (INFCOM) y asociado emérito del Servicio Meteorológico del Canadá (Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático del Canadá); Sue Barrell, presidenta del Grupo de Estudio de la INFCOM sobre Cuestiones y Políticas de Datos; y Lars Peter Riishojgaard, Secretaría de la OMM