La Organización Meteorológica Mundial (OMM) está verificando un nuevo récord de temperatura de 38 °C al norte del círculo polar ártico. El valor notificado se registró el 20 de junio en la localidad rusa de Verkhoyansk, en el marco de una prolongada ola de calor siberiana y de un aumento de los incendios forestales.
Verkhoyansk, situada en la zona septentrional de la república de Sajá (Yakutia), se encuentra en una región de Siberia Oriental sujeta a un clima continental extremo rigurosamente seco, en la que los inviernos son muy fríos, y los veranos, calurosos.
Según los científicos German Alekseenkov y Vasily Smolyanitsky, del Instituto de Investigación sobre el Ártico y el Antártico del Servicio Federal Ruso de Hidrometeorología y Monitoreo del Medio Ambiente (Roshydromet), el 25 de julio de 1988 ya se había registrado en la estación meteorológica de Verkhoyansk un récord de temperatura del aire de 37,3 °C. Esa estación ha estado facilitando mediciones diarias desde 1885.
Cuando se disponga de todos los datos meteorológicos, se podrá determinar si se trata de un valor máximo sin precedentes para el conjunto de la región ártica al norte del círculo polar ártico.
En cuanto Roshydromet confirme a la OMM ese valor de temperatura, la Organización remitirá el hallazgo a un equipo de investigadores de su Archivo de Fenómenos Meteorológicos y Climáticos Extremos para que lo verifique. En ese Archivo se consigna información pormenorizada sobre valores extremos de ámbito mundial, hemisférico y continental (calor, precipitación, etc.).
Hasta la fecha, la OMM no ha verificado posibles récords de temperatura más elevada registrada al norte del círculo polar ártico. Sin embargo, a raíz del interés que ha suscitado la observación de este valor extremo, actualmente se está estudiando la posibilidad de establecer esa nueva categoría en el Archivo oficial, según explicó Randall Cerveny, portavoz especial de la OMM sobre fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
"Un equipo de respuesta rápida de la OMM encargado de la evaluación del registro ha estimado, con carácter provisional, que se trata de una observación válida, acorde con las observaciones en altitud realizadas en Siberia en ese momento", dijo el profesor Cerveny. "Ahora se iniciará un proceso normalizado en el que un grupo de la OMM formado por especialistas en ciencias atmosféricas llevará a cabo un examen formal detallado".
"La primavera en Siberia ha sido inusualmente cálida, y ello ha coincidido con una falta de nieve subyacente en la región que, combinada con el aumento generalizado de las temperaturas mundiales, sin duda alguna ha contribuido de forma decisiva a que se produzca ese valor extremo de temperatura", afirmó el profesor Cerveny, profesor honorario de Ciencias Geográficas de la Universidad Estatal de Arizona.
Como parte del proceso de verificación, la OMM está en contacto con el servicio meteorológico de Rusia para recopilar datos directos relacionados con la observación, como la hora real, el tipo de equipos utilizados, los procesos de verificación de la calidad y la calibración del instrumento, las técnicas de monitoreo de las observaciones o la correspondencia con los datos de estaciones adyacentes, entre otros.
"Esos datos serán examinados de forma muy minuciosa por un grupo internacional de especialistas en ciencias atmosféricas. Esas evaluaciones son, en esencia, proyectos muy exhaustivos y laboriosos. Sin embargo, el resultado final será una fuente de información increíblemente valiosa que, además de ayudar a los climatólogos a comprender mejor el clima y potenciar la preparación de ingenieros y médicos ante los fenómenos climáticos extremos, también fomentará la sensibilización de la población general ante el cambio climático que afecta al planeta", manifestó el profesor Cerveny.
El Ártico es una de las regiones de todo el mundo donde el aumento de las temperaturas es más rápido, dado que la tasa de calentamiento duplica la media mundial. Las temperaturas anuales del aire en superficie de los últimos cuatro años (2016-2019) en el Ártico (entre 60° y 85° N) han sido las más elevadas de las que se tienen datos. El volumen del hielo marino en esa región en el mes de septiembre de 2019 (después de la temporada de deshielo) se ha reducido en más de un 50 % con respecto al valor medio del período comprendido entre 1979 y 2019.
Siberia ha sido testigo de un calor excepcional, con temperaturas hasta 10 °C (18,5 °F) por encima de la media de mayo. Como consecuencia, se ha registrado el mes de mayo más cálido del que se tiene constancia en todo el hemisferio norte y, de hecho, en todo el mundo.
Pero no solo el mes de mayo ha sido inusualmente suave en esta región; durante todo el invierno y la primavera se han sucedido períodos de temperaturas del aire en superficie superiores a la media, en particular, desde enero en adelante.
El calor atípico del invierno y la primavera se ha vinculado con un deshielo excepcionalmente temprano de los ríos siberianos.
El servicio europeo de Copernicus relativo al cambio climático llevó a cabo un estudio más detallado de sus datos.
"Aunque el planeta, en su conjunto, se está calentando, ese proceso no es uniforme. La zona occidental de Siberia, por ejemplo, es una región que destaca por presentar una tasa de calentamiento superior a la media y cuyas variaciones intermensuales e interanuales de temperatura tienden a ser considerables. Ello significa que, en cierta medida, las grandes anomalías de temperatura no son inesperadas. Sin embargo, lo que sí es excepcional en este caso es la duración de las anomalías de temperatura superiores a la media", se apuntó desde Copernicus.
Por su parte, desde el servicio de vigilancia atmosférica de Copernicus se indicó que la cantidad y la intensidad de los incendios forestales en la zona noreste de Siberia y en el círculo polar ártico no han dejado de aumentar en los últimos días. La intensidad total diaria presenta niveles similares a los observados en 2019.
Durante el período de junio a agosto de 2020 se mantendrán las temperaturas por encima de lo normal en la mayoría del Ártico, según las previsiones del Foro sobre el Clima del Ártico, que facilita a las instancias decisorias datos sobre una región que experimenta una vertiginosa evolución y cuya tasa de calentamiento es más del doble que la media mundial.
En el marco del debate celebrado sobre las consecuencias regionales para las zonas occidental y oriental de Siberia, el Foro advirtió del posible riesgo de incendios forestales al inicio del verano a causa de las temperaturas por encima de lo normal y del nivel de precipitaciones inferior a lo normal. Las altas temperaturas previstas pueden suponer la degradación continuada del permafrost y entrañar la erosión del litoral. Además, la reducción de la extensión del hielo marino y la degradación del permafrost presente en la tundra pueden plantear dificultades a especies denominadas "cimentales", como los osos polares, los caribús o las ballenas, entre otras. El deshielo del permafrost también repercute en la estabilidad de las estructuras construidas en la región, y puede suponer la liberación de metano, un potente gas de efecto invernadero.