"Las energías renovables, que aprovechan principalmente las fuerzas dinámicas del sol, el viento y el ciclo del agua, ya se encuentran a la vanguardia del sistema mundial de generación eléctrica. Esta transición es un poderoso catalizador para mitigar el cambio climático, proteger nuestro planeta y garantizar un futuro próspero para las generaciones venideras", afirmó el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas.
Con todo, en el informe se hace hincapié en la necesidad de adoptar medidas más decisivas para abandonar con mayor celeridad los combustibles fósiles, y se destaca la importancia de redoblar las iniciativas para lograr que las operaciones, la gestión, la planificación y las inversiones en el ámbito de las energías renovables sean más resilientes al clima.
El Director General de la IRENA, señor Francesco La Camera, declaró que "las energías renovables son fundamentales para materializar la transición energética y constituyen un poderoso catalizador para mitigar el cambio climático. Si queremos limitar el calentamiento global a 1,5 °C, de aquí a 2030 debemos triplicar la capacidad de las energías renovables a nivel mundial. También es esencial que los encargados de la formulación de políticas conciban de forma proactiva las infraestructuras y los activos energéticos del futuro teniendo en cuenta los efectos del cambio climático y el consiguiente aumento de la demanda".
En la publicación se proporciona información sobre la interdependencia entre recursos energéticos renovables y condiciones meteorológicas y climáticas. También se recalca la importancia de comprender la incidencia que los cambios en las pautas meteorológicas podrían tener en la capacidad potencial de la energía eólica, solar e hidroeléctrica. Asimismo, se analizan las futuras repercusiones del cambio climático en la oferta y la demanda de energía, en especial en los ámbitos de la calefacción y la refrigeración.
Esta evaluación es un primer paso hacia un examen más riguroso del papel del clima en la oferta y la demanda de energías renovables. Estos datos pueden utilizarse no solo para realizar análisis retrospectivos, sino también para ayudar a la adopción de decisiones futuras. Según se expone en el informe, los encargados de la formulación de políticas, los responsables de la planificación energética y los gestores de recursos, así como los operadores de la red, serán quienes, en última instancia, necesitarán datos y análisis exhaustivos para comprender plenamente la magnitud de las variaciones observadas en los recursos y la demanda y extraer las correspondientes tendencias.
Principales conclusiones
- La variabilidad climática natural influye enormemente en las fuentes de energía renovables. Por ejemplo, en muchos países las fluctuaciones estacionales y anuales de la energía eólica pueden llegar a ser del 15 %, mientras que en el caso de la energía solar son menores.
- Comprender mejor los factores climáticos y sus interacciones con los recursos renovables es vital para lograr que los sistemas energéticos, y las transiciones que deben llevarse a cabo, sean resilientes y eficientes. Los principales condicionantes climáticos, como el fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), deben tenerse en cuenta, ya que suelen explicar gran parte de la variabilidad observada; predecirlos con precisión permite gestionar los recursos energéticos de forma más eficiente.
- Explotar, gestionar y planificar los recursos energéticos teniendo en cuenta los factores climáticos debería ser una prioridad. Ello podría conllevar el establecimiento de sistemas de alerta temprana que ayuden a gestionar mejor tanto la carga y los recursos energéticos como el mantenimiento de los correspondientes equipos. Además, también contribuiría a orientar las iniciativas de modernización y ampliación de la infraestructura energética y estimularía el desarrollo de innovaciones necesarias en los ámbitos de las tecnologías, los mercados y las políticas.
- La adaptación de las estructuras de mercado es fundamental para proporcionar la flexibilidad necesaria durante la fase de transición de sistemas eléctricos centralizados a sistemas descentralizados. En ese sentido, un sistema de "compra desdoblada" podría ser un mecanismo eficaz.
- Los países en desarrollo pueden adaptar sus sistemas para aprovechar el potencial de las renovables basándose en los conocimientos sobre la variabilidad climática. Por ejemplo, África solo representa el 2 % de la capacidad mundial de energías renovables, a pesar de su enorme potencial en esa esfera y de los cuantiosos beneficios para el desarrollo socioeconómico asociados a ese tipo de fuentes de energía.
- La recopilación y el intercambio exhaustivos y sistemáticos de datos sobre energía son esenciales para conocer y comprender mejor la variabilidad del clima y el cambio climático y la evolución de la oferta y la demanda de energía.
La IRENA y la OMM han colaborado estrechamente para presentar a los encargados de la formulación de políticas, los responsables de la planificación energética, los gestores de recursos y los operadores de la red los intrincados vínculos entre los indicadores energéticos a escala mundial y regional, con el objetivo de proporcionar valiosos conocimientos sobre el papel del clima en la oferta y la demanda de energías renovables.
El informe es el primero de una serie anual periódica fruto del refuerzo de la colaboración entre ambas organizaciones en apoyo de la acción climática.