Según el Boletín El Niño/La Niña hoy, la probabilidad de que se produzca un episodio de El Niño en los próximos tres meses es del 75-80 %

26 de noviembre de 2018

Según las últimas previsiones publicadas en el Boletín El Niño/La Niña hoy de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la probabilidad de que se produzca un episodio de El Niño en el período que media hasta febrero de 2019 oscila entre el 75 % y el 80 %, si bien no se espera que su intensidad sea fuerte. La temperatura superficial del mar ya se encuentra en niveles correspondientes a un episodio débil de El Niño en parte del Pacífico tropical, pero todavía no se dan los parámetros atmosféricos característicos de ese fenómeno.

Según las últimas previsiones publicadas en el Boletín El Niño/La Niña hoy de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la probabilidad de que se produzca un episodio de El Niño en el período que media hasta febrero de 2019 oscila entre el 75 % y el 80 %, si bien no se espera que su intensidad sea fuerte. La temperatura superficial del mar ya se encuentra en niveles correspondientes a un episodio débil de El Niño en parte del Pacífico tropical, pero todavía no se dan los parámetros atmosféricos característicos de ese fenómeno.

La OMM ha acompañado la publicación del Boletín El Niño/La Niña hoy de un Boletín sobre el clima estacional mundial, según el cual la configuración de las precipitaciones prevista para el período de diciembre a febrero se asemeja a la que suele asociarse con un episodio de El Niño. Sin embargo, en algunas regiones los cambios en la precipitación han sido poco importantes o bien no son acordes con aquellos que normalmente se vinculan al fenómeno de El Niño.

El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la circulación de la atmósfera suprayacente. Se trata de un fenómeno que ejerce una gran influencia en las condiciones meteorológicas y climáticas de numerosas partes del mundo.

Desde octubre de 2018, la temperatura superficial del mar en las partes oriental y central del Pacífico tropical se encuentra en niveles correspondientes a un episodio débil de El Niño. Sin embargo, ese aumento de la temperatura todavía no ha incidido en los parámetros atmosféricos, y los valores observados en cuanto a vientos en altitud, nubosidad y presión al nivel del mar aún no son equiparables a los que se registrarían durante un episodio de El Niño.

Ahora bien, los pronósticos de los modelos sugieren que esa situación cambiará a lo largo del próximo mes o los próximos dos meses. La probabilidad de que se forme un episodio de El Niño plenamente desarrollado entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 oscila entre el 75 % y el 80 %, mientras que la probabilidad de que esas condiciones se mantengan durante el período de febrero a abril de 2019 es de aproximadamente el 60 %. En cuanto a la intensidad del fenómeno, las predicciones de los modelos apuntan a unas condiciones entre neutras y cálidas o bien a valores característicos de un episodio de intensidad moderada, y la temperatura superficial del mar alcanzará valores máximos comprendidos aproximadamente entre 0,8 y 1,2 grados Celsius por encima de la media.

Actualmente es poco probable que se produzca un episodio de fuerte intensidad, es decir, un aumento de la temperatura superficial del mar en la parte oriental y central del Pacífico tropical como mínimo de 1,5 grados Celsius por encima de la media.

“No se espera que el episodio de El Niño previsto adquiera la intensidad que presentó el fenómeno en el período 2015/2016, que comportó sequías, inundaciones y decoloración coralina en diversas partes del mundo. Con todo, todavía puede incidir notablemente en la distribución de las precipitaciones y las pautas de temperatura en numerosas regiones, acarrear consecuencias importantes para los sectores agrícola y de la seguridad alimentaria, así como también para la gestión de los recursos hídricos y la salud pública, y cabe recordar que en combinación con un cambio climático a largo plazo puede potenciar el aumento de las temperaturas mundiales en 2019”, explica Maxx Dilley, director de la Oficina de Predicción del Clima y de Adaptación al Cambio Climático de la OMM.

Los principales programas de observación y las actividades coordinadas de investigación han sido decisivos para lograr progresos científicos en cuanto a la comprensión y la modelización del ENOS, y esos progresos han permitido perfeccionar las capacidades operativas de vigilancia y predicción, ayudando a la sociedad a prepararse para los peligros asociados a ese fenómeno, como lluvias fuertes, crecidas y sequías.

El Boletín El Niño/La Niña hoy de la OMM se basa en modelos de predicción y en la interpretación de expertos de todo el mundo, y es uno de los recursos que utilizan los planificadores del sistema de las Naciones Unidas. Asimismo, complementa la información proporcionada por los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y los Centros Regionales sobre el Clima de la OMM a la que recurren los organismos de gestión de desastres para fines de adopción de decisiones a nivel nacional, los encargados de cuestiones de planificación en sectores sensibles al clima y los gobiernos.

Boletín sobre el clima estacional mundial

El Boletín sobre el clima estacional mundial de la OMM correspondiente al período de diciembre de 2018 a febrero de 2019 se basa en un conjunto de modelos de predicción del clima mundial procedentes de centros de todo el mundo acreditados por la Organización que, actualmente, se encuentra en fase de prueba.

Según las previsiones, las probabilidades tienden hacia valores de temperatura del aire en superficie superiores a lo normal en gran parte de Asia, Europa, América del Norte, el Caribe, África, Australia, el archipiélago de Indonesia y América del Sur. Escapan a esas previsiones determinadas regiones de América del Sur concentradas mayoritariamente en su zona meridional, gran parte del sureste de América del Norte, partes del noroeste de Europa y parte del sur y el centro de Asia. Cabe señalar que la mayoría de las regiones cuyos valores previstos tienden a ser superiores a lo normal también registraron temperaturas superiores a lo normal durante el período de agosto a octubre de 2018.

En cuanto a la precipitación, la probabilidad de que se registren valores inferiores a lo normal es más elevada en el Caribe, América Central, parte de la zona septentrional de América del Sur, las islas alejadas de la costa del sureste asiático, la parte meridional del archipiélago de Indonesia, algunas de las islas del Pacífico Sur, ciertas zonas de África suroccidental y del este de la región ecuatorial de África, la zona suroccidental del litoral subtropical de América del Sur y la zona meridional de América del Sur.

Por otro lado, las previsiones apuntan a valores de precipitación superiores a lo normal en parte de la zona meridional de América del Norte, parte del sureste de América del Sur, parte del noroeste de América del Norte, la zona central y septentrional de Asia, parte del suroeste de Asia, parte de la zona oriental del Continente Marítimo y parte de Europa. En zonas del interior de la parte septentrional de la región tropical de África se esperan valores de precipitación cercanos a lo normal.

Esos pronósticos mundiales ofrecen predicciones de pautas a gran escala, que deben optimizarse y cuya calibración debe ajustarse para obtener pronósticos a escala regional y nacional. Los Centros Regionales sobre el Clima de la OMM, los Foros Regionales sobre la Evolución Probable del Clima y los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales llevan a cabo esa labor a fin de proporcionar proyecciones más detalladas.

Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales seguirán supervisando de cerca la evolución del fenómeno ENOS en los próximos meses.

El Nino La Nina Infographics

Notas para los editores

El Niño se suele asociar a condiciones cálidas y secas en las zonas meridional y oriental del interior de Australia, así como en Indonesia, Filipinas, Malasia y en islas del Pacífico central tales como Fiji, Tonga o Papua Nueva Guinea.

Durante el invierno del hemisferio norte suelen observarse condiciones más secas de lo normal en el sureste de África y el norte del Brasil. Por lo general, a lo largo de la costa estadounidense del golfo de México, la costa occidental de la región tropical de América del Sur (Colombia, Ecuador y Perú), y desde el sur del Brasil hasta el centro de la Argentina se observan condiciones más húmedas de lo habitual. En algunas zonas de África Oriental y en las partes más al sur de Asia Meridional también suelen registrarse precipitaciones por encima de lo normal.

El Niño se asocia con inviernos más suaves en el noroeste del Canadá y Alaska a causa de la entrada de menos oleadas de aire frío procedentes del Ártico como resultado de una extensa zona de bajas presiones centrada en el golfo de Alaska y el norte del océano Pacífico.

Es importante destacar que se trata de efectos comunes y no de predicciones específicas, y que las condiciones reales presentan diferencias según la intensidad del episodio de El Niño y el momento en el que se produce. Otros factores, como el dipolo del océano Índico o la Oscilación del Atlántico Norte/Oscilación del Ártico, también pueden tener una influencia importante sobre el clima estacional.

Los centros acreditados por la OMM elaboran regularmente predicciones estacionales a escala mundial, incluidas predicciones de la precipitación y la temperatura en superficie, mediante sofisticados modelos acoplados atmósfera-océano que tienen en cuenta el ENOS así como otros condicionantes climáticos. En la actualidad, hay 13 Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM, cuyos productos consolida un Centro Principal de Predicción a Largo Plazo mediante Conjuntos Multimodelos (https://www.wmolc.org/).

Enlaces para acceder a los sitios web de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales

Información sobre los Centros Regionales sobre el Clima de la OMM y enlaces sobre el particular

Archivo con todos los boletines El Niño/La Niña hoy disponibles

 

Para más información, diríjase a: Clare Nullis, agregada de prensa. Correo electrónico: cnullis@wmo.int. Teléfono: +4122 730 8478. Teléfono móvil: +41 79 709 1397

Notas a los editores

Según las últimas previsiones publicadas en el Boletín El Niño/La Niña hoy de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la probabilidad de que se produzca un episodio de El Niño en el período que media hasta febrero de 2019 oscila entre el 75 % y el 80 %, si bien no se espera que su intensidad sea fuerte. La temperatura superficial del mar ya se encuentra en niveles correspondientes a un episodio débil de El Niño en parte del Pacífico tropical, pero todavía no se dan los parámetros atmosféricos característicos de ese fenómeno.

La OMM ha acompañado la publicación del Boletín El Niño/La Niña hoy de un Boletín sobre el clima estacional mundial, según el cual la configuración de las precipitaciones prevista para el período de diciembre a febrero se asemeja a la que suele asociarse con un episodio de El Niño. Sin embargo, en algunas regiones los cambios en la precipitación han sido poco importantes o bien no son acordes con aquellos que normalmente se vinculan al fenómeno de El Niño.

El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la circulación de la atmósfera suprayacente. Se trata de un fenómeno que ejerce una gran influencia en las condiciones meteorológicas y climáticas de numerosas partes del mundo.

Desde octubre de 2018, la temperatura superficial del mar en las partes oriental y central del Pacífico tropical se encuentra en niveles correspondientes a un episodio débil de El Niño. Sin embargo, ese aumento de la temperatura todavía no ha incidido en los parámetros atmosféricos, y los valores observados en cuanto a vientos en altitud, nubosidad y presión al nivel del mar aún no son equiparables a los que se registrarían durante un episodio de El Niño.

Ahora bien, los pronósticos de los modelos sugieren que esa situación cambiará a lo largo del próximo mes o los próximos dos meses. La probabilidad de que se forme un episodio de El Niño plenamente desarrollado entre diciembre de 2018 y febrero de 2019 oscila entre el 75 % y el 80 %, mientras que la probabilidad de que esas condiciones se mantengan durante el período de febrero a abril de 2019 es de aproximadamente el 60 %. En cuanto a la intensidad del fenómeno, las predicciones de los modelos apuntan a unas condiciones entre neutras y cálidas o bien a valores característicos de un episodio de intensidad moderada, y la temperatura superficial del mar alcanzará valores máximos comprendidos aproximadamente entre 0,8 y 1,2 grados Celsius por encima de la media.

Actualmente es poco probable que se produzca un episodio de fuerte intensidad, es decir, un aumento de la temperatura superficial del mar en la parte oriental y central del Pacífico tropical como mínimo de 1,5 grados Celsius por encima de la media.

“No se espera que el episodio de El Niño previsto adquiera la intensidad que presentó el fenómeno en el período 2015/2016, que comportó sequías, inundaciones y decoloración coralina en diversas partes del mundo. Con todo, todavía puede incidir notablemente en la distribución de las precipitaciones y las pautas de temperatura en numerosas regiones, acarrear consecuencias importantes para los sectores agrícola y de la seguridad alimentaria, así como también para la gestión de los recursos hídricos y la salud pública, y cabe recordar que en combinación con un cambio climático a largo plazo puede potenciar el aumento de las temperaturas mundiales en 2019”, explica Maxx Dilley, director de la Oficina de Predicción del Clima y de Adaptación al Cambio Climático de la OMM.

Los principales programas de observación y las actividades coordinadas de investigación han sido decisivos para lograr progresos científicos en cuanto a la comprensión y la modelización del ENOS, y esos progresos han permitido perfeccionar las capacidades operativas de vigilancia y predicción, ayudando a la sociedad a prepararse para los peligros asociados a ese fenómeno, como lluvias fuertes, crecidas y sequías.

El Boletín El Niño/La Niña hoy de la OMM se basa en modelos de predicción y en la interpretación de expertos de todo el mundo, y es uno de los recursos que utilizan los planificadores del sistema de las Naciones Unidas. Asimismo, complementa la información proporcionada por los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales y los Centros Regionales sobre el Clima de la OMM a la que recurren los organismos de gestión de desastres para fines de adopción de decisiones a nivel nacional, los encargados de cuestiones de planificación en sectores sensibles al clima y los gobiernos.

Boletín sobre el clima estacional mundial

El Boletín sobre el clima estacional mundial de la OMM correspondiente al período de diciembre de 2018 a febrero de 2019 se basa en un conjunto de modelos de predicción del clima mundial procedentes de centros de todo el mundo acreditados por la Organización que, actualmente, se encuentra en fase de prueba.

Según las previsiones, las probabilidades tienden hacia valores de temperatura del aire en superficie superiores a lo normal en gran parte de Asia, Europa, América del Norte, el Caribe, África, Australia, el archipiélago de Indonesia y América del Sur. Escapan a esas previsiones determinadas regiones de América del Sur concentradas mayoritariamente en su zona meridional, gran parte del sureste de América del Norte, partes del noroeste de Europa y parte del sur y el centro de Asia. Cabe señalar que la mayoría de las regiones cuyos valores previstos tienden a ser superiores a lo normal también registraron temperaturas superiores a lo normal durante el período de agosto a octubre de 2018.

En cuanto a la precipitación, la probabilidad de que se registren valores inferiores a lo normal es más elevada en el Caribe, América Central, parte de la zona septentrional de América del Sur, las islas alejadas de la costa del sureste asiático, la parte meridional del archipiélago de Indonesia, algunas de las islas del Pacífico Sur, ciertas zonas de África suroccidental y del este de la región ecuatorial de África, la zona suroccidental del litoral subtropical de América del Sur y la zona meridional de América del Sur.

Por otro lado, las previsiones apuntan a valores de precipitación superiores a lo normal en parte de la zona meridional de América del Norte, parte del sureste de América del Sur, parte del noroeste de América del Norte, la zona central y septentrional de Asia, parte del suroeste de Asia, parte de la zona oriental del Continente Marítimo y parte de Europa. En zonas del interior de la parte septentrional de la región tropical de África se esperan valores de precipitación cercanos a lo normal.

Esos pronósticos mundiales ofrecen predicciones de pautas a gran escala, que deben optimizarse y cuya calibración debe ajustarse para obtener pronósticos a escala regional y nacional. Los Centros Regionales sobre el Clima de la OMM, los Foros Regionales sobre la Evolución Probable del Clima y los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales llevan a cabo esa labor a fin de proporcionar proyecciones más detalladas.

Los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales seguirán supervisando de cerca la evolución del fenómeno ENOS en los próximos meses.

El Nino La Nina Infographics

Notas para los editores

El Niño se suele asociar a condiciones cálidas y secas en las zonas meridional y oriental del interior de Australia, así como en Indonesia, Filipinas, Malasia y en islas del Pacífico central tales como Fiji, Tonga o Papua Nueva Guinea.

Durante el invierno del hemisferio norte suelen observarse condiciones más secas de lo normal en el sureste de África y el norte del Brasil. Por lo general, a lo largo de la costa estadounidense del golfo de México, la costa occidental de la región tropical de América del Sur (Colombia, Ecuador y Perú), y desde el sur del Brasil hasta el centro de la Argentina se observan condiciones más húmedas de lo habitual. En algunas zonas de África Oriental y en las partes más al sur de Asia Meridional también suelen registrarse precipitaciones por encima de lo normal.

El Niño se asocia con inviernos más suaves en el noroeste del Canadá y Alaska a causa de la entrada de menos oleadas de aire frío procedentes del Ártico como resultado de una extensa zona de bajas presiones centrada en el golfo de Alaska y el norte del océano Pacífico.

Es importante destacar que se trata de efectos comunes y no de predicciones específicas, y que las condiciones reales presentan diferencias según la intensidad del episodio de El Niño y el momento en el que se produce. Otros factores, como el dipolo del océano Índico o la Oscilación del Atlántico Norte/Oscilación del Ártico, también pueden tener una influencia importante sobre el clima estacional.

Los centros acreditados por la OMM elaboran regularmente predicciones estacionales a escala mundial, incluidas predicciones de la precipitación y la temperatura en superficie, mediante sofisticados modelos acoplados atmósfera-océano que tienen en cuenta el ENOS así como otros condicionantes climáticos. En la actualidad, hay 13 Centros Mundiales de Producción de Predicciones a Largo Plazo de la OMM, cuyos productos consolida un Centro Principal de Predicción a Largo Plazo mediante Conjuntos Multimodelos (https://www.wmolc.org/).

Enlaces para acceder a los sitios web de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales

Información sobre los Centros Regionales sobre el Clima de la OMM y enlaces sobre el particular

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Para más información, diríjase a: Clare Nullis, agregada de prensa. Correo electrónico: cnullis@wmo.int. Teléfono: +4122 730 8478. Teléfono móvil: +41 79 709 1397

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es un organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de promover la cooperación internacional en ciencias atmosféricas y meteorología.

La OMM monitorea el tiempo, el clima y los recursos hídricos y brinda apoyo a sus Miembros en materia de pronóstico y mitigación de desastres. Con su labor, la Organización respalda firmemente el fomento de los conocimientos científicos, el refuerzo de la seguridad pública 
y el aumento del bienestar.

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