La tormenta más fuerte del año asoló Mongolia en marzo de 2023, donde afectó más de 4 millones de kilómetros cuadrados, entre los que se cuentan 20 provincias de China, de acuerdo con el Boletín de la OMM sobre el polvo en suspensión en el aire. La publicación del informe coincidió con el Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo, que se celebró el 12 de julio.
Cada año, unos 2 000 millones de toneladas de polvo entran en la atmósfera, oscureciendo los cielos y deteriorando la calidad del aire en regiones que pueden estar a miles de kilómetros de distancia, y afectando a las economías, los ecosistemas, el tiempo y el clima. Se trata en buena medida de un proceso natural, aunque gran parte de ello es fruto de una gestión inadecuada de los recursos hídricos y de las tierras.
“Debemos estar alertas ante la continua degradación del medioambiente y el cambio climático presente y futuro. De acuerdo con algunas pruebas científicas, las actividades humanas inciden en las tormentas de arena y polvo. Por ejemplo, el aumento de las temperaturas, la sequía y una mayor evaporación provocan un descenso de la humedad del suelo. Ello, combinado con una gestión inadecuada de las tierras, favorece la aparición de más tormentas de arena y polvo”, afirmó Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM.
La exactitud del monitoreo y las predicciones ha mejorado en los últimos años gracias al progreso de los modelos numéricos y los sistemas de observación. El Sistema de Evaluación y Asesoramiento para Avisos de Tormentas de Arena y Polvo de la OMM (SDS-WAS), creado en 2007, se esfuerza por mejorar los avisos a través de centros regionales especializados y combina labores operacionales y de investigación.
“La iniciativa Alertas Tempranas para Todos procura agrupar todos los peligros en un mismo marco, incluida la mejora de los avisos y las predicciones que tienen en cuenta los impactos de tormentas de arena y polvo”, agregó Celeste Saulo.
Sin embargo, no todo son malas noticias. El transporte de arena y polvo a larga distancia, a través de los océanos también es una valiosa fuente de nutrientes y desempeña un papel importante en la gestión internacional de la pesca.