El estrés hídrico, los peligros relacionados con el agua y la calidad de este bien plantean retos cada vez más importantes a la sociedad moderna. Sin embargo, la capacidad para vigilar y gestionar este recurso vital está fragmentada y es insuficiente.
En consecuencia, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha decidido otorgar una atención preeminente al fortalecimiento de los servicios de hidrología operativa y al perfeccionamiento de la vigilancia y la predicción, un empeño decisivo para abordar los problemas que plantean el exceso, la escasez o la excesiva contaminación del agua y para respaldar la gestión operativa, la planificación y el apoyo a la adopción de decisiones.
El Congreso Meteorológico Mundial —máxima instancia decisoria de la OMM— ha marcado el rumbo que debe seguirse para adoptar una nueva visión y estrategia en materia de hidrología y recursos hídricos a raíz de la celebración de una Asamblea sobre Hidrología, en la que se insistió en la necesidad de “tener en cuenta cada gota, porque cada gota cuenta”.
“Tenemos que pensar en el agua como el bien más preciado del planeta”, manifestó el Presidente de la OMM, señor David Grimes (Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático del Canadá). “Las consecuencias del cambio climático nos obligan a organizarnos de inmediato para ayudar a las instancias decisorias de todo el mundo a abordar un problema de tanto calado como este”.
El Congreso aprobó ocho ambiciones a largo plazo que deberían orientar la concepción de las actividades de la OMM en la esfera del agua:
- Nadie se ve sorprendido por una crecida.
- Todo el mundo está preparado para la sequía.
- Los datos hidroclimáticos y meteorológicos sirven de apoyo a la agenda de seguridad alimentaria.
- Datos de alta calidad útiles para la ciencia.
- La ciencia proporciona una base sólida para la hidrología operativa.
- Tenemos un conocimiento profundo de los recursos hídricos de nuestro mundo.
- El desarrollo sostenible se apoya en la información sobre el ciclo hidrológico completo.
- Se conoce la calidad del agua.
El Congreso también acordó potenciar la implicación y la participación del conjunto de la comunidad hidrológica en las actividades de la OMM como parte de la reforma prevista de las estructuras de gobernanza de la Organización en pro de la adopción de un enfoque del sistema Tierra menos discontinuo que propugne una mayor integración de los servicios meteorológicos, climáticos, hidrológicos, oceánicos y medioambientales.
“En el futuro queremos abrir aún más las puertas a la comunidad hidrológica”, dijo el Secretario General de la OMM, señor Petteri Taalas.
En muchos países, los servicios meteorológicos están separados de los servicios hidrológicos. La cooperación entre ambos —y también con los usuarios— es decisiva para brindar la información exhaustiva e integrada que se requiere para fundamentar la adopción de decisiones racionales desde el punto de vista hídrico.
El cambio climático, la urbanización y la contaminación someten los recursos hídricos a una presión sin precedentes. Los peligros de índole hidrológica, como sequías e inundaciones, son cada vez más graves, y actualmente un porcentaje mucho mayor de la precipitación anual se concentra en episodios de precipitación extrema en lugar de distribuirse de manera más uniforme a lo largo del año. La mayoría de los ríos y las masas de agua dulce son transfronterizos, y las decisiones que un país pueda adoptar en materia de gestión de recursos hídricos a menudo repercuten en otros países, de modo que el agua se convierte en una posible fuente tanto de paz como de conflicto.
Con todo, muchos países carecen de capacidad para vigilar y analizar los datos pertinentes. Ello significa que, con frecuencia, se utiliza información incompleta u obsoleta para adoptar decisiones relativas a proyectos de infraestructuras importantes, como presas o centrales hidroeléctricas, y a actividades de planificación urbana.
Por primera vez, el Congreso Meteorológico Mundial, celebrado cada cuatro años, ha acogido una Asamblea sobre Hidrología de 3 días de duración a la que han asistido 100 participantes de más de 50 países. En ella se ha debatido una hoja de ruta concebida, por un lado, para velar por una vigilancia sostenible de los recursos hídricos y por la prestación de apoyo a la adopción de decisiones sobre la gestión de tales recursos y, por otro, para respaldar las actividades encaminadas a reducir los riesgos de desastre.
En una reunión del grupo de alto nivel, el honorable señor Mohamed Abdel-Aty, ministro de Recursos Hídricos e Irrigación de Egipto, expuso el ejemplo de la cuenca del río Nilo. Hizo hincapié en la función decisiva que desempeñan los conocimientos científicos en la búsqueda de soluciones a los problemas de gestión de los recursos hídricos transfronterizos, y señaló la necesidad de reforzar la cooperación internacional para que todo el mundo pueda beneficiarse de una gestión optimizada de los recursos hídricos.
El grupo de alto nivel se centró en las formas para hacer del agua un instrumento de paz y de desarrollo sostenible.
A continuación se enumeran los puntos más destacados del debate que mantuvo el grupo de alto nivel:
- El agua es crucial para la vida, la protección del medioambiente y el desarrollo sostenible.
- Diversos factores de estrés afectan al ciclo del agua, la distribución de los recursos hídricos resultante y la disponibilidad de ese bien. Asimismo, se incidió especialmente en el cambio climático, el crecimiento de la población y la calidad del agua.
- En el sistema de las Naciones Unidas no se dispone de una voz política única que defienda con firmeza las cuestiones hídricas, y la OMM debería asumir una función de coordinación y liderazgo más proactiva, poniendo de relieve el mandato que se le ha conferido en materia de hidrología operativa.
- Existe potencial de mercado para la ampliación de los datos y servicios hidrológicos. La OMM podría contribuir a lograr un equilibrio entre los intereses particulares y el interés general de la sociedad.
- La recopilación, la gestión y el intercambio de datos son fundamentales para encontrar soluciones adecuadas a los problemas de gestión de los recursos hídricos.
- La importancia de los datos y los conocimientos es capital para fundamentar los procesos de adopción de decisiones, en particular en cuencas internacionales y transfronterizas.
- Las cuestiones relacionadas con la calidad y la cantidad de los recursos hídricos deberían abordarse desde una perspectiva integral.
- Debe entablarse un diálogo con todos los usuarios a fin de tener en cuenta sus necesidades.
El Congreso aprobó el nombramiento del señor Jan Danhelka (República Checa) y del señor José Alberto Zúñiga Mora (Costa Rica) como presidente y como vicepresidente, respectivamente, de la Asamblea sobre Hidrología hasta la celebración de su siguiente reunión.
Durante dicha Asamblea, la OMM y la Asociación Mundial para el Agua firmaron un memorando de entendimiento marco en materia de colaboración estratégica para alcanzar los objetivos de gestión integrada de los recursos hídricos.
Este memorando se basa en iniciativas existentes como, por ejemplo, el Programa Asociado de Gestión de Crecidas y el Programa de Gestión Integrada de Sequías. La adopción de un enfoque integrado y transectorial para la gestión de los recursos hídricos es esencial porque las inversiones en el ámbito del agua están distribuidas entre numerosas instituciones y abarcan distintos niveles de gobierno.
La OMM tiene en marcha diversas iniciativas adicionales relacionadas con el agua, como el Sistema Guía para Crecidas Repentinas. Asimismo, la OMM ha asumido la dirección de la Iniciativa Mundial de Datos sobre el Agua, creada bajo los auspicios del Gobierno de Australia y el Banco Mundial, pues una mejor gestión de los recursos hídricos pasa indefectiblemente por la obtención de mejores datos.
Gracias a todo esto la hidrología ocupa un lugar más destacado que nunca en la OMM. El Congreso ha abierto la puerta a nuevas posibilidades para lograr una integración más eficaz de la hidrología, la climatología y la meteorología con miras a apoyar a sus Miembros y orientar procesos de alcance regional y mundial como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París. El agua es el bien del siglo XXI, y la OMM responde al llamamiento planteado por sus Miembros para que actúe de inmediato con respecto a las cuestiones relacionadas con ese recurso.